Semana Santa (vuelta a Dénia)

Hacia ya más de un año que no pisé esta maravillosa localidad de la Costa Blanca. Volví a reafirmarme que esta localidad es más bonita cuanto menos gente haya. Aunque el tiempo no acompañaba, pude hacer pequeñas salidas al pueblo (vivo a unos 3 km del casco urbano, y no tengo coche, así que me muevo en bici). Durante estas salidas, y conversaciones con gente de Dénia, pude comprobar lo siguiente:

1- La fiebre urbanística ha terminado
Al menos de momento. Hace unos 5 años que en Dénia la construcción empezó a ser una locura. Chalets y urbanizaciones donde antes había naranjos, separaciones de menos de 3 metros entre una urbanización y otra. Resulta que el verano pasado ya hubo carteles de "Se Alquila" aún en Agosto. Dénia sin duda ha llegado a sus límites de crecimiento.
Si bien esto puede parecer un resultado de un buen equipo de alcaldía, más bien es al contrario: Un equipo incapaz de tener aparcamientos, saneamiento, tráfico fluído, parques y jardines, etc. para un turismo "de calidad".
¿Cómo va a haber turismo de calidad en un pueblo que tiene dos campos de golf, tres hoteles de 4 estrellas pero no tiene aparcamientos para los X5 y Chayenne de los que vienen, donde el agua de grifo no sirve ni siquiera para cocinar, y donde hay un solo restaurante de alto nivel?
Esperemos que los siguientes que ocupen la alcaldía pongan remedio a esto.

2- Dénia se mueve!
Siempre vi Dénia como un diamante en bruto a nivel cultural. Una localidad de 40.000 habitantes, con gente con ideas, pero nadie que lo apoyara. Es una localidad centrada en sus fiestas, las más centrales de un nivel de caspa increible, con tómbolas, rifas, y orquestas de pueblo (bueno, y Bustamante). Una localidad, sin embargo, que presenta grupos de estilos tan variados como sixties, electroclash o post-rock, cuyo único escenario ha sido La Flexió Verbal, reducto gafipasti dianense.
Por fin, y mediante la filosofía de la unidad hace la fuerza, han conseguido crear un circuito que presenta una alternativa real al reggaeton tan en boga.

Esperemos que dure... Keep Dénia Underground!